El alma goza pocos días hermosos; pero hasta en su
cielo sombrío, el amor – sol divino – puede dorar con
un fuego puro la nube errante de la vida.
(V. Hugo)
L’ame a peu de beaux jours; mais, son ciel obscur, l’amour, soleil divin, peut dorer d’un feu pur le nuage errant de la vie.
(V. Hugo)